En la industria de la construcción, el hormigón desactivado y el hormigón convencional son dos opciones populares que se utilizan en diferentes proyectos. Ambos tipos de hormigón tienen sus propias características y diferencias clave que es importante conocer antes de decidir cuál utilizar en una construcción.
Hormigón desactivado
El hormigón desactivado es una variante especial de hormigón que se utiliza para crear superficies de aspecto más natural y texturizado. Este tipo de hormigón se obtiene al eliminar intencionalmente la capa superficial de la mezcla, revelando así agregados de diferentes tamaños y colores. Esto le confiere una apariencia única y personalizada a las superficies de hormigón desactivado.
Además de su apariencia estética, el hormigón desactivado también ofrece ventajas en términos de resistencia y durabilidad. Debido a su textura rugosa, este tipo de hormigón tiende a ser más antideslizante, lo que lo hace ideal para áreas donde se requiere una buena tracción, como aceras o zonas peatonales.
Características del hormigón desactivado:
- Rugoso y texturizado
- Apariencia natural con agregados visibles
- Mayor resistencia al deslizamiento
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Hormigón convencional
Por otro lado, el hormigón convencional es el tipo de hormigón más comúnmente utilizado en proyectos de construcción. Este tipo de hormigón se vierte y se alisa en su forma final sin ninguna manipulación adicional en la superficie. Aunque puede no tener la misma apariencia decorativa que el hormigón desactivado, el hormigón convencional ofrece beneficios en términos de versatilidad y facilidad de aplicación.
El hormigón convencional es adecuado para una amplia gama de aplicaciones, desde cimientos hasta pavimentos, y es conocido por su resistencia y durabilidad. Su superficie lisa facilita la limpieza y el mantenimiento, lo que lo hace ideal para áreas de alto tráfico.
Características del hormigón convencional:
- Superficie lisa y uniforme
- Versátil y fácil de aplicar
- Alta resistencia y durabilidad
Tanto el hormigón desactivado como el hormigón convencional tienen sus propias ventajas y aplicaciones específicas en la construcción. La elección entre ellos dependerá de factores como el aspecto estético deseado, el nivel de tráfico en la zona y las preferencias del constructor. ¡No olvides considerar estas diferencias clave al decidir qué tipo de hormigón utilizar en tu próximo proyecto de construcción!