Vertido y extendido: En una primera fase se plantea el trabajo en cuestión, posteriormente se procede al vertido de hormigón fresco y a su extendido. Posteriormente el hormigón es talochado de forma que la superficie del pavimento quede lisa.
Aplicación del desactivante: Con el hormigón en estado fresco se aplica un aditivo desactivante cuya función es la de inhibir el fraguado del hormigón en la capa superficial, consiguiendo con ello que cuando el hormigón haya endurecido, pueda ser lavado con una hidrolimpiadora y eliminar la capa superficial de cemento dejando a la vista el árido.
Acabado: Tras el correspondiente corte de juntas de retracción y la limpieza del pavimento, es recomendable, dependiendo del uso del pavimento, la aplicación de una resina base disolvente que garantice el sellado e impermeabilización del pavimento.